Casamance, una región en el sur de Senegal, es la más verde y llena de enormes recursos agrícolas, pero debido a la rebelión armada, la mayoría de las mujeres enfrentan enormes limitaciones para garantizar sus actividades de producción agrícola. Sin embargo, son los garantes de la seguridad alimentaria y nutricional dentro de sus hogares. Esto impulsó a Kassumay LLC a implementar un amplio programa para apoyar a las asociaciones de mujeres rurales, fortalecer la igualdad de género y brindar recursos que faciliten el bienestar familiar y comunitario.
Mujeres, más fuertes que nunca
A pesar de estar en desventaja, debilitadas y marginadas, las mujeres de Casamance siguen siendo más fuertes que nunca y decididas a afrontar el desafío de tomar en sus manos su destino y satisfacer sus necesidades a través de la agricultura. Kassumay en su lógica de apoyo a su comunidad ha decidido participar en el empoderamiento de sus mujeres, Nosotros Kassumay LLC hemos facilitado el acceso de las mujeres a 50 hectáreas de finca agrícola para que puedan desarrollar allí sus actividades, realizan una agricultura sustentable y contribuyen a la protección del ecosistema y la preservación del medio ambiente.
La mayor parte de nuestro Hibiscus es cultivado, cosechado y procesado por estas valientes mujeres, les compramos todos los Hibiscus que necesitamos, con la excepción de que si ya no tienen ninguno o se agotan, recurrimos a otros proveedores. .
El 10% de nuestros beneficios netos se donan a estas mujeres para apoyarlas y animarlas a seguir perseverando y luchando para preservar su dignidad y tomar en sus propias manos su destino y el de sus hijos y familias.
Por qué Kassumay lo está haciendo
Conocida por sus ricos recursos naturales y la fertilidad de su suelo, Casamance ha abastecido durante mucho tiempo al resto del país con un exceso de alimentos. Sin embargo, durante el dominio colonial y el período posterior a la independencia, los recursos de Casamance se desviaron en beneficio de la élite gobernante, dejando a la población local en dificultades económicas extremas. La marginación afectó particularmente a la mayoría diola, que se diferencia del resto del país en sus culturas y prácticas religiosas: un sistema social igualitario y descentralizado, que prioriza a las mujeres y les otorga un papel de liderazgo en la producción de alimentos.
Desde 1982, la aparición de un movimiento de rebelión armada por la independencia de Casamance ha dado lugar a veinte años de conflicto violento con las fuerzas gubernamentales, que provocaron la destrucción de pueblos y el desplazamiento de decenas de miles de personas y el estancamiento de las comunidades locales. economía, dinámica en el pasado.
Después de los acuerdos de paz de la década de 2000, miles de mujeres regresaron a sus respectivas aldeas después de varios años de exilio y éxodo, regresaron a la agricultura ya que es su principal actividad generadora de ingresos y desarrollaron grupos y redes de mujeres para beneficiarse de sus actividades agrícolas. .
Sin embargo, persisten varias limitaciones para las agricultoras, como las minas que no han sido retiradas de los campos de arroz, la salinización del suelo, la carga del trabajo doméstico, el analfabetismo, la falta de acceso al capital, la no inclusión en la formulación de políticas y prioridades agrícolas en a nivel nacional, y una fuerte presión del gobierno y del sector privado para la adopción de métodos agrícolas que promuevan la dependencia de semillas híbridas y otros insumos externos.